There is Something Among Us

No sabemos mucho el uno del otro, nos conocimos por una serie de circunstancias que si no se hubieran dado quizá no nos habríamos conocido nunca. Muy probablemente, por no decir que así fue, me enamoré de ti a primera vista. Recuerdo que la primera vez que te vi fue porque un amigo nuestro nos presentó en una comida con amigos. Después de eso recuerdo haberte visto con un amigo tuyo cerca de una tienda, ese día, fue muy divertido, creo que fue la primera vez que te vi reír de esa forma tan alegre. También tengo grabado en mi memoria aquella comida juntos en la cafetería, creo que fue en ese momento en el que me enteré que te gustaba el futbol americano quizá tanto como a mí, yo no dejaba de pensar en lo interesante que me parecías, ahora sé cuál es tu equipo favorito y desde entonces no lo olvido. En fin, esos son solo mis primeros recuerdos contigo. Ha muchos otros tantos que son demasiado vergonzosos para mí, pero que de alguna u otra manera son parte de nuestra amistad.

Escribí esto hace 8 meses y hoy sigo pensando en ti de la misma forma. Después de que escribí esto, nos acercamos cada vez más, pude romper aquél escudo que separaba tu vida privada de la mía, realmente te estaba conociendo. Viví un sueño, vi como se hacía realidad el pensarte de la forma en que siempre quise pensar de ti, y lo maravilloso de ese sueño fue saber que también pensaste así de mí. Aún recuerdo las noches que pasamos jugando videojuegos juntos, la picosa competencia entre los dos por ver quien había avanzado más, me hacía falta tu espíritu aventurero para devolver esa pasión que estuvo dormida en mi todo este tiempo. Fui muy feliz al darme cuenta de que llegaste a considerarme en tu futuro, en tu casa, en tu familia, fue el obsequio más lindo y valioso que pudiste darme, imaginarme contigo en algún lugar, en algún momento. 

Un te quiero fugaz, el deseo de verte aún cuando ya te había visto, el sueño de morir abrazado a ti, el que me llamaras amor... todo eso existió en la lejanía de una ilusión pero en el fondo sé que fue de verdad, a veces solo vivo de esos momentos, sé que hoy ya no es lo mismo, sé que ese tiempo y espacio nos han apartado más de lo que debería, como si ese espacio fuera intocable para los dos, un camino muy difícil de volver a tomar. 

Aún así, te extraño Saturno, siempre lo hago y no puedo verte más en los pasillos sin desmoronarme por dentro en llano mientras finjo una sonrisa y donde mi voz apenas puede emitir un saludo genérico con tal de que sonrías al menos, y me pueda quedar yo con eso. 

Te veré de nuevo, cuando el Hollow Knight se libre del vacío otra vez. 



 

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